Un sitial de honor para la bandera se dispone en el colegio cada vez que se la exhibe a los(as) estudiantes. Flamea orgullosa a merced del viento y deslumbra sus colores afirmando la identidad cívico-carismática que la caracterizan. Un amplio rectángulo, con dos franjas horizontales de igual dimensión la conforman.
Dos colores intensos se unen para afirmar los secretos signos de su lenguaje, simbolizan la armonía en el contraste. El blanco habla de la verdad. Ésta, es clara, cándida y bella como la de los niños (as), para quienes la vida es escenario de alegría, pues, lejanos del cálculo egoísta, aman y se sienten amados, creen en la paz, en la libertad y en la fraternidad, valores que los adultos luchan por rescatar en la sociedad. El verde simboliza la potencialidad de riqueza espiritual y humana de los adolescentes, como también la materia del terruño donde crecen y maduran sus grandes aspiraciones de progreso, trabajo, solidaridad, un mosaico de riquezas humano – divinas, síntesis de grandeza de la Unidad Educativa, esperanza de la Iglesia y de la socieda