Virgen, Apóstol y Mártir.

Dorotea era cristiana, amaba y servía al verdadero Dios y le honraba con el ayuno y la oración Era muy atractiva, mansa, humilde, pero sobre todo, prudente y sabia. Quienes la conocían, se maravillaban de sus dones y glorificaban a Dios por su sierva. Por su amor perfecto a Cristo alcanzó la corona de la virginidad inmaculada y la palma del martirio.